Historia - History


Hace 25 años que empecé y me parece aún que hubiese sido ayer. Al comienzo fue un poco difícil, como todo anhelo en esta vida. Afortunadamente contaba con el apoyo de mi esposo Krishnamurti y mis dos hijas Károl y Sheila. La mayor contaba con siete años de edad.
Empezamos repartiendo, con fines de servicio, este precioso alimento al Comedor Parroquial por invitación de la Madre Vicente; en ese entonces utilizábamos bateas de madera; se trabajaba una vez a la semana, luego fueron dos y así hasta llegar a los seis días. De pronto nos dimos cuenta de la aceptación de nuestro pan, la verdad que nos lleno de satisfacción y sentí que aquellas noches a base de candil de cera valieron la pena.
Aún recuerdo el primer curso que realicé allá en 1983, motivada quizás por continuar con la tradición de la familia Chuquimbalqui Guevara; en donde crecí entre harina y levadura. De repente ese fue el motivo de mi inclinación, o simplemente el deseo de servir; por que para serles franca realizar esta labor, que no la veo como un trabajo si no más bien como un placer, en el que siempre trato de dar lo mejor.
Se preparaba la masa y se dejaba reposar hasta el día siguiente; elaborábamos las diferentes variedades de panes, que se distinguen por su conservación, forma, sabor y aroma característico de la región. Siendo la especialidad de San José las cemitas, el bizcocho, el mollete y el pan de yema.
El mayor de los cambios fue probablemente en mayo de 1986, cuando conocí insumos, técnicas y maquinarias en Puratos, con el profesor Elmo Canales, mi esposo Krishnamurti también realizó sus pinitos en técnicas de panificación en Puratos, septiembre de 1987 con el mencionado profesor.
Así un poco más tarde sentí la necesidad de un cambio y viajé a la ciudad de Lima para realizar un curso en CEOGNE de Nova con el profesor Marín Astocondor, Jessica Gómez y Verónica Atencio, a quienes los recuerdo con gratitud.
Cada vez que viajábamos a Lima asistimos a cursos y seminarios sobre panificación, uno de los objetivos de asistir a los cursos es capacitarnos, ya que la influencia de turistas a mi querida ciudad de Chachapoyas, exigen mejorarse cada día y brindar un servicio de calidad.
Siguiendo nuestros pasos la menor de mis hijas Sheila realizó sus estudios “Técnicas en Panificación” en el CEOGNE de Nova.
Por fin el 16 de agosto del 2003, cumplí con uno de mis más grandes metas; la inauguración de nuestro taller de panificación que lleva el nombre de “Madre Vicenta”, el cual fue bendecido por el Padre Juan Manuel López Mesia a quien le estamos muy agradecidos por su acompañamiento espiritual, en donde también nos apoyo PROVIPAN. Con el técnico Manuel More, mostrando variedad de panes, bocaditos y tortas que fue el deleite de los asistentes.
El nombre de San José es por el profundo agradecimiento a San José, por ser alguien que me sigue en cada una de las etapas difíciles y buenas de mi familia.
Continuamos con un horno artesanal, que se calienta con leña de Guarango, árbol tradicional de nuestra zona.
Hoy en día fabricamos todo tipo de pan, pasando panes de la región, pan integral, cereales, especiales, etc.
El más grande de los objetivos es de transmitir lo que conocemos, a todos aquellos que aprecian esta labor y les gustaría elaborar este preciado alimento. Y una de ellas en especial es mi nieta María José, hoy tiene 05 años y me llena de gusto saber de su inclinación. Y me gustaría que se haga cargo de mi San José querido e incentivarla para que tenga una mejor visión inculcando siempre el servicio.
Las puertas de San José siempre estarán abiertas, a todas las personas con deseo de aprender y servir; ya que en nuestro taller se han realizado cursos distados por SENATI, PURATOS, REDSTAR, LEVAPAN, PROVIPAN, MOLINERA INCA, con la participación del Ministerio de Turismo y Misterio de Trabajo.
Nuestro ambientes servirán para la formación de nuevas generaciones en convenios de institutos y universidades.
Nuestra gente que labora, que en realidad son como nuestra gran familia lo componen:
En planta; Juan Acuña, Juan Torres, Alex Becerra, mi esposo Krishnamurti, Sheila y Yo.
Ampliamos nuestra empresa con un cafetín y somos considerados como el mejor café de Chachapoyas donde contamos con Nancy, Carmen, Luz, Onelia y Jane.
Donde le esperamos que algún día que visiten esta ciudad de Chachapoyas nos visite y se siente como en casa.
Lo que esperamos con el transcurrir del tiempo es que nuestra descendencia siga con el trabajo y la tradición de la familia, con el mismo esfuerzo y gusto.
También que nuestros productos se comercialicen dentro y fuera de nuestro país.
Por esta razón nuestro lema es “La calidad es lo primero y el servicio nuestra pasión”

María Chuquimbalqui de Noriega